Tigre venció claramente a Gimnasia de Jujuy y mantiene la ilusión. Ganó un partido que tenía que ganar para creer en la recuperación, en la previa del debut por Libertadores. Fue 3 a 1 con goles de Emanuel Dening en dos ocasiones (una de penal) y Sebastián Prediger. El descuento, Castillejos de penal. Se fue expulsado Gallegos en el final del PT en la visita.

Hoy no había otra posibilidad que no fuera ganar. Por el momento del Matador y por la debilidad del oponente.

Así fue que Tigre salió a buscar el partido desde el arranque y consiguió la ventaja muy rápidamente. Gran jugada entre Ortiz, Cachete y Larrondo, para el penal cometido por Ferreyra y definido por Emanuel Dening. Luego de la apertura, la visita mostró su peor faceta, dejando evidenciado que Tigre era el dueño conceptual del encuentro. La visita se fue acomodando en el partido, sin llegar al arco de Marinelli, pero emparejando las acciones. Sin embargo, el partido se encaminó para el local con el segundo de Dening y un tiro de esquina que encontró al goleador pescador infalible y por la siguiente expulsión de Gallegos por doble amarilla.

En el complemento dio la sensación de un partido terminado, en el que solo no terminó en goleada porque a Tigre le costó encontrar el juego que le viene faltando hace mucho. Llegó al tercero por decantación con Prediger y de no ser por el penalito de Moiraghi, terminaba en goleada.

En definitiva, Tigre ganó claramente. No brilló, pero no pasó sobresaltos, salvo los minutos posteriores al descuento Jujeño.

Ahora llega el debut por Copa Libertadores y los ánimos están renovados. Lo esencial es buscar el ascenso, pero disputar la competencia continental es el premio de ser Campeón y hay que disfrutarlo.