Las chicas de Maiola se quedaron con las manos vacías y con el alma llena de una sensación de injusticia, difícil de digerir. Fue la mejor de la temporada por lejos y en la restructuración, no lo pudo confirmar en el mano a mano ante San Miguel. Perdió por penales.

Analizar futbolísticamente el ida y vuelta ante San Miguel, sería una cruel injustica hacía un equipo que nos emocionó, fecha tras fecha con su arrollador andar en la temporada regular.

La vuelta del fútbol femenino a Tigre, fue lo mejor que nos pasó en un año y medio para el olvido.

Era para desfilar y aplaudir, pero la pandemia lo complicó todo. En 180 minutos y ante un rival inferior, no se pudo ratificar todo aquello. Hoy es tiempo apoyar en un dolor que, en parte de todo el pueblo Matador, pero fundamentalmente, de ese grupo que integra el fútbol femenino, que en estas horas deben estar pasando las peores horas que un deportista puede atravesar.

El fútbol da revancha y cada golpe construye el éxito por venir.

A seguir luchando y dando lo mejor que el Pueblo Matador les está absolutamente agradecido.