Tigre ya no podrá ganar la zona, ni llegar al segundo puesto para ingresar en semifinales en el reducido para el segundo ascenso. Jugó un muy mal primer tiempo y aunque reaccionó en el complemento, no le alcanzó. Fue 1 a 1 con gol de Becker.

Las chances matemáticas eran ínfimas antes del partido para ganar la zona, pero un triunfo le abría la puerta para tener esperanzas, de al menos, llegar a la segunda posición y entrar en semifinales del reducido final. Para ello debía ganar hoy y jugar con los resultados en la última fecha.

Lamentablemente Tigre volvió a regalar un tiempo. El primero, fue simplemente un espanto. Tanto desde lo futbolístico, como lo anímico, el equipo de Blengio no estuvo a la altura de las expectativas de la gente de Tigre. Pudo ser goleado por el local, que fue transformando en figura a Marinelli. Es cierto, el arquero de Tigre se comió un gol (era offside), pero tuvo al menos, cuatro situaciones de gol, que eran prácticamente liquidar el partido.

En el complemento, Blengio hizo cambios que demostraron que el planteo inicial, en nombres fue muy desacertado.  Equilibró el medio campo y con otra actitud, mostro algo de amor propio, ante un funcionamiento colectivo e individual que sigue siendo un gran déficit.

El partido estaba perdido en el primer tiempo y en el complemento pudo ser para cualquiera.

El equipo sigue sin generar confianza y las críticas cada vez se hacen más fuertes. Claro, ya se perdió la oportunidad de ganar el primer ascenso y para pelear por el segundo, deberá cruzarse mano a mano con varios equipos, que, con solo actitud, pueden condenar al Matador a seguir en la Primera Nacional, un año más.