El Matador nuevamente desperdició la oportunidad de llegar a la punta. Jugó un muy mal primer tiempo y fue superado por un equipo muy débil y en crisis interna. En el complemento se reencontró con su identidad, lo daba vuelta con los goles de Protti y Magnín, pero volvió a pagar caro retrasase y no intentar definirlo. Muchas dudas.

La diferencia entre las realidades deportivas, económicas e institucionales, hacían prever una gran superioridad del Matador, sin embargo, Tigre sigue en baja y ya no es el equipo que todos disfrutábamos ver. Ahora se sufre.

Como decíamos. Chacarita arrastra problemas desde mucho tiempo. Hace mucho que no es competitivo y no transita más allá de la mitad de tabla. Sin embargo, superó a Tigre en un primer tiempo para el olvido.  Otra vez los errores, las desinteligencias defensivas y las inseguridades individuales, convergieron en un equipo sin juego, ni peso ofensivo y un tembladeral defensivo.

Si Chacarita solo convirtió un gol, es porque debe ser unos de los equipos más flojos de la categoría.

Por suerte en el complemento, Tigre despertó. Pudo dominar la pelota, comenzó a llegar con peligro y volvió a convertir, casi por consecuencia del trámite. Golazo de Protti y gran gol colectivo de la mano de Magnín. En poco tiempo lo dio vuelta y parecía que ante dicha adversidad, Chacarita se daba por vencido. No fue así. Pareciera que cuando se consigue la ventaja, el equipo se relaja y se retrasa inconscientemente. Finalmente lo pagó caro. El centro liviano, un no desvío que deja al arquero sin movimiento y la pelota que pide permiso para el empate final.

Tigre perdió la autoridad para imponer condiciones, perdió calidad de juego con Menossi que aparece de poco, aun cuando junto a González Metilli y Magnín, son lo mejor el equipo. Y lo más preocupante, la solidez defensiva se perdió por completo. Zenobio se ve muy inseguro y el nivel de los centrales es malo. Así es muy complicado.

Hoy Tigre es un equipo más de la lucha. De una lucha muy pareja y competitiva.

El próximo rival ser Nueva Chicago y de local. Claramente el Torito es el peor equipo de la categoría.

Una buena oportunidad de reconciliarnos con la tranquilad.