Sin lucir precisión ni contundencia, Tigre llegó a la cima de la Zona A. Le ganó 1 a 0 a un Chicago limitado. El gol lo marcó Ijael Protti. El conjunto de Diego Martínez sufrió por no liquidarlo y dejar en partido a la visita, que presionó un poco más, aunque no generó peligro.

En la previa había un equipo que querías ser puntero y otro que estaba cómodo en la última ubicación de la tabla. En principio, era la gran oportunidad para recuperar confianza y entusiasmo, pero se termina valorando más el resultado, que lo que se vio del equipo.

A diferencia del partido anterior, lo mejor del Matador se vio en el primer tiempo. Fue todo de Tigre, campo, protagonismo y resultado tempranero. Dominó el trámite a su antojo. Jugando como si el segundo gol, llegaría por decantación. Lamentablemente se terminó insinuando más, que llegar a posición clara de gol.

En el complemente en líneas generales el trámite parecía ser el mismo. Sin embargo, Chicago se fue animando más, sabiendo que le costaba mucho, pero que la diferencia era la mínima.

Con el rival jugado por jugado, el equipo encontró más espacios para la contra. Sin embargo, nuevamente la falta de precisión y contundencia, sumado a malas decisiones en el tramo final, no se pudo liquidar y se sufrió por demás

Final de puño apretado, punta en mano, pero sabiendo que hay que seguir mejorando.

El domingo que viene será otro clásico partido del ascenso, pero muy distinto a este. El rival, si bien perdió en esta fecha, viene muy bien y peleando por entrar al reducido, además será local. Gran partido.