El Matador volvió a fallar en un partido clave en la Primera Nacional. No mereció perder, mereció ganar, pero se equivocó en las dos áreas y desaprovechó un hombre de más por mucho tiempo. Tuvo muchas claras, solo convirtió una (golazo de Menossi) y en las pocas que le llegaron, le concretaron dos, una de ellas con un regalo inconcebible para un equipo que quiere ascender.

Luego de la gran alegría en Copa Argentina, llegó esta gran decepción por la Primera Nacional. Partido clave, jugado como una final por Quilmes y con un Tigre con la mente puesta, en que, quedando libre podría alejarse mucho de la punta, tal como sucedió.

El equipo de Diego Martínez empezó el partido con el envión anímico de la Copa Argentina. Impuso condiciones, creo situaciones claras y parecía hacer valer esa jerarquía que por momentos tiene. Sin embargo, en la primera de Quilmes, el local se puso en ventaja y todo se emparejo. Se entró el juego de la lucha y pelea de guapos que desvirtuó lo bueno que venía haciendo el equipo.

En el complemento todo parecía enderezarse. Tigre volvió a intentar jugar y Quilmes se quedó rápidamente con un hombre menos. Cuando llegó el golazo de Menossi, parecía que el partido se daba vuelta. Sin embargo, otra vez Tigre regaló un partido increíble. Con otra jugada aislada y hasta casi de compromiso puesta en el área de Tigre; Alarcón regalo la mejor asistencia que puede tener un delantero en el área. Increíble.

Así y todo, Tigre tuvo varias más para empatarlo. Sin embargo falló una y otra vez.

Aquellos que quieran indilgarle la derrota a Alarcón está en su derecho, pero es tan responsable como Magnín, Fernández o Flores que erraron goles tan increíbles como el macanón del defensor central.

Tigre es un gran equipo. Tiene quizás el mejor plantel de la categoría, pero todavía no tiene esa jerarquía que acompaña los méritos de un gran campeón, pues la jerarquía se demuestra en cada uno de los partidos complicados.

Ahora queda libre y dependiendo de resultados puede alejarse 6 puntos de la cima. Queda mucho y todo puede pasar. Si logra amalgamar todo lo bueno, para lograr dicha jerarquía que aflore en los grandes partidos, las chances de ascender siguen intactas. Mientras tanto hay mucho sufrimiento a flor de piel y cualquier equipo con garra le puede hacer morder el polvo.