Tigre debía ganar y lo tuvo todo para hacerlo, un hombre de más y dos goles arriba, promediando la primera etapa. Sin embargo, Mitre se lo dio vuelta, con una muestra de actitud, ante Matador con serias falencias futbolísticas, emocionales y de carácter. Lo pudo empatar e incluso ganar, pero la imagen sigue siendo, la de un equipo que no da garantías de nada y el ascenso pareciera ser una moneda al aire.

Nos cansamos de decir que material sobra para ascender y repetidamente debemos contar, que el equipo no estuvo a la expectativa de sus posibilidades. Los mejores jugadores de la categoría, se las ingenia para partido tras partido, regalar goles que comprometen las chances de ganar la zona y pelear mano a mano el ascenso.

Qué decir del partido de hoy. El estadio casi como siempre. El aliento infernal y el partido que se te abre como cualquiera quisiera encontrarse, Dos goles arriba y el rival con uno menos. Sin embargo, el descuento sobre el final del primer tiempo de Mitre, hizo tambalear emocionalmente al equipo.

En el complemento, gracias a dos errores defensivos, con pelotas perdidas cual robo de una golosina a un niño, que terminan en gol. Los hinchas perplejos y hasta se insinuó el clásico grito contra los jugadores.  Eso llevó a una reacción, que fue más inercia que por claridad. Llegó el dudoso penal, el empate y alguna que otra posibilidad para ganarlo. Sin embargo, más allá del resultado final, aún si hubiese sido triunfo, lo que se llevó la gran cantidad de gente que asistió al Dellagiovanna, fue pura preocupación y conclusión irrebatible: EL EQUIPO NO ESTA PARA ASCENDER. Al menos mostrando las cartas que viene mostrando en las últimas fechas.

Salvo una reacción abrupta y fuera de contexto, que sorprendería a propios y extraños; las chances de ascender están al mismo nivel de seguir otra temporada de la B Nacional.