El Matador tuvo un partido discreto, pero no merecía perder. Generó más e hizo figura al arquero rival. El Ferroviario aprovechó la suya e intentó aguantar el resultado. Por suerte, en tiempo de descuento, Mateo Retegui capturó una pelota en el área y marcó el 1 a 1 definitivo. Mucho por mejorar.

De visitante ante Godoy Cruz, Diego Martínez puso en cancha un equipo más ofensivo. Algo no le gustó porque, de local y ante Central Córdoba de Santiago del Estero y de local, jugó con línea de cinco. Tampoco le gustó, ya que el primer cambio fue para desarmar este sistema.

Lo cierto y en concreto, que individualmente el equipo estuvo más bajo que en el partido en Mendoza. Salvo Protti y algo de Prediger, que estuvo muy solo en la contención, el resto no convenció. A diferencia del primer partido, en el que Magnín, prácticamente no tuvo situaciones de gol, hoy encontró a un arquero de gran actuación y la más clara, la desperdició increíblemente. Así es muy difícil, sobre todo, si en el primer hueco defensivo que otorgas, te lo facturan, todo se hace muy cuesta arriba.

En el complemento, la visita se cerró muy bien y su arquero respondió aun mejor, en las pocas situaciones de gol que generó. Por suerte, lo que el destino te quito hace una semana, hoy te lo devuelve. A Tigre se lo empataron en tiempo de descuento y hoy, el que logra el agónico empate fue el Matador. Por intermedio de un Mateo Retegui, que ingreso bien.

Flojo partido de Tigre, sobre todo, teniendo en cuenta el rival. De todas formas, generó más que el rival, solo le faltó la eficacia necesaria para no sufrir un partido, ganable desde lo previo, pero que estuvo a minutos de ser perdido.

Se viene Barracas Central, equipo que perdió sus dos primeros partidos y que se jugará la vida ante un Tigre, que también necesita ganar, para no verse en los últimos puestos del promedio.