El Matador no jugó bien, mereció algo más por ir siempre a buscarlo, pero casi lo pierde en los últimos minutos. Fue 0 a 0, mantiene los cuatro puntos en zona de clasificación, aunque dejó escapar una gran oportunidad.

Como dice el dicho futbolero “no hay contar el partido ganado, hasta ganarlo”.

Todo indicaba que Tigre no debía tener problemas para ganar el partido, sin embargo, los tuvo.
Fundamentalmente porque no tuvo la fluidez de juego de otros partidos. El colectivo no estuvo a la altura y las individualidades no pudieron imponer condiciones. Eso sí, lo que nunca resignó el equipo de Diego Martínez, fue el de tomar la iniciativa e ir en busca del arco de enfrente. Del otro lado, solo aguantar y esperar su oportunidad si es que llega.

En el primer tiempo casi que no hubo situaciones de gol. Tal vez una por lado, pero no tan claras.
En el complemento Tigre mejoró y tuvo su pasaje de contundencia de juego que provocó 3 o 4 jugadas de peligro, lamentablemente no los supo capitalizar.

Sobre el final llegó lo mejor de la visita. Situaciones de gol por desavenencias defensivas del Matador que casi le terminó costando el partido.

Si Tigre ganaba, prácticamente que se clasificaba. No sucedió, pero los 4 puntos de diferencia y el punto plus por tener mejor saldo de goles, lo ponen como candidato a clasificar. Eso sí, si quiere terminar primero o segundo, para tener la localía en cuartos, deberá ganar los 6 puntos restantes.

Demasiado pedir para un equipo que pretendíamos que este a la altura de la Primera División, y hoy tenemos esa sensación de poco, porque no clasificamos dos fechas antes.

El próximo rival, será Vélez de visitante. Duro rival de siempre, más de local, pero que atraviesa una crisis futbolística que debemos aprovechar y ya cerrar la clasificación.