Escribe: Hugo Caporale.

Este sábado Tigre busca aliarse con la victoria como local. Cosa que no ha conseguido en este torneo. El último triunfo en casa fue con Huracán el 15 de abril.

Talleres tiene 4 puntos producto de una victoria, un empate y tres derrotas. En el certamen local viene de caer ante Central Córdoba y en la Copa Libertadores acaba de igualar con Colón debiendo jugar la revancha en Santa Fe.

Este compromiso anticipa que presentará varias modificaciones.

De todos modos, el estilo que el portugués Caixinha intenta darle es innegociable.

Talleres es un equipo ofensivo que piensa en un solo arco. Es decir que su mayor virtud es su peor defecto. Sus laterales suben reiteradamente y los centrales tocan bocina y van para arriba capitaneados por Rafa Márquez. Posiblemente sea titular Julio Bufarini quien es suplente en el Team copero. En el medio se destaca Fabio Álvarez de gran actuación en Atlético Tucumán y Rodrigo Garro. Entre los delanteros “Pancho” Pizzini es un número puesto mientras la lesión del uruguayo Santos obliga a reservar a Girotti

El portugués deberá buscar entre Fertoli y Godoy una alternativa.

Talleres es un equipo con gran volumen de juego que genera muchas situaciones de gol, aunque su eficacia es deficitaria. A esta altura me estarás preguntando como un equipo con tantas virtudes pierde sistemáticamente.

Quedo dicho que despilfarra gran cantidad de goles y otorga muchos espacios en defensa. Colidio y Retegui (ley del ex) pueden hacerse un festín.

Tampoco es un equipo fuerte en lo anímico. El primer contraste lo golpea y raramente se recupera. Si Tigre lo presiona no dejando manejar el juego y consigue ponerse en ventaja tendrá una gran parte resuelta.

La conclusión es que enfrentamos a un muleto que tiene buenas individualidades, pero nunca entendió el concepto de equipo y allí deberá Tigre hacer la diferencia