El Matador perdió 4 a 2 en la definición por penales ante Deportivo Madryn y volvió a quedar eliminado muy rápido de una Copa Argentina. Casi los pierde en el tiempo regular, pero a fuerza de empuje y garra, lo igualó 3 a 3 sobre el final del partido. Cabrera, Castro y Obando los goles.

Deportivo Madryn es un equipo que mostró “cosas” interesantes y aprovechó sus momentos, pero no deja de ser un equipo de una categoría inferior, con jugadores de poco renombre.

Tigre tenía el peso del partido y ganarlo era la lógica desde todo punto de vista.

Arrancó bien, intentó jugar y consiguió adueñarse del equipo, aunque le faltó profundidad y juego para desequilibrar en el marcador. Con el paso de los minutos, todo se emparejó y en paridad, un penal a favor, parecía que le abría el camino. Lamentablemente, Magnín lo erró y Tigre se fue al entretiempo con una rara sensación.

En el arranque del complemento, llegó el primer gol de Madryn, atrayendo los fantasmas de Patronato. Por suerte, lo pudo igualar con Cabrera y todos creímos que todo volvía a la normalidad de la lógica. Sin embargo, en un par de descuidos o virtudes individuales, casi que nos dieron toque mortal en el partido. Eso parecía, pero apareció la entrega y la búsqueda por todos lados. Sin fútbol y con un toque de fortuna, se descontó y empató para llegar a los penales.

Esta vez, la moneda cayó para el rival y todo es tristeza.

Eliminación rápida con cosas positivas y negativas. Evidentemente, Tigre sigue en recuperación, con altos y bajos que hacen vivir en la incertidumbre a todo el Pueblo Matador.

Adiós a la Copa Argentina y a enfocarse en el objetivo principal: reencontrar al equipo y afirmarse nuevamente en primera.