Definitivamente, Tigre no encuentra el rumbo. Tiene buenos pasajes que no los puede capitalizar y por momentos entra en un profundo desconcierto que paga caro, con errores grupales e individualidad siempre termina regalando goles. Hoy perdió 2 a 1 ante un mediocre Colón que solo cuenta con un par de individualidades de jerarquía.

Un paso adelante, otro atrás. Así estamos desde hace muchas fechas y a esta altura, dicha tendencia para ser definitiva. Hoy, y por como no se quiere ver, lo que la mayoría ve, será difícil cambiar el rumbo, en la medida que el discurso siga siendo “merecimos más”… cuando la pregunta perfecta sería, ¿Por qué perdemos tantos puntos en partidos “ganables”?

El arranque fue interesante, en la que parecía tener en las cuerdas a su rival. Lamentablemente, con el correr de los minutos e incrementado por el primer gol de Colón, todo se fue por la borda.

En el complemento nada cambió, el trámite fue parecido y el DT tardó en intentar variantes para modificar las falencias notorias grupales y los desaciertos individuales poco comprensibles.

Así y todo, Tigre tuvo oportunidades que dilapido, hasta que Retegui de la nada, grito el empate. Sin embargo, otra vez la siesta de siempre y otro gol en contra que termina siendo definitivo.

Tigre debe cambiar, pero es difícil cuando la lectura de los que tienen la responsabilidad de cambiarlo, simplemente lo atribuyen a la suerte o mala suerte.