Tigre superó claramente a un Vélez inexpresivo. Fue por 2 a 0 con los goles de Blas Armoa y Facundo Colidio. Lo ganó en todos los sectores de la cancha, dejando a su rival en su mínima expresión. De no regular y haber desperdiciado muchas situaciones claras, debió golear al Fortín.

Era el partido propicio para levantar cabeza. Con el rival sumido en una crisis futbolística, todo dependía de Tigre y esta vez, se dio como todos esperábamos.

Tigre fue dueño de las acciones desde el minuto inicial y logró demostrarlo en la red. Golpeó de entrada con Blas Armoa y en la mitad del primer tiempo ya ganaba por 2 con el tanto de Facundo Colidio. A partir de allí, el Matador aprovechó los nervios de Vélez y de no ser, porque se decidió mal en el último pase o el cabezazo de Retegui que dio en el palo, la diferencia debió ser de 3 a 4 goles.

En complemento nada cambio. La visita metió modificaciones e intentó, pero rápidamente se quedó con 10 y ya no hubo ninguna posibilidad de reacción por parte de la visita. Tigre reguló y sin desesperarse fue encontrando muchas posibilidades que no se concretaron.

Gran triunfo y ahora a pensar en Gimnasia. Rival duro que pelea el campeonato y que en su casa se hace fuerte. De todas formas, si Tigre mantiene nivel, está en condiciones de ganarle a cualquiera y en cualquier cancha. Se acomodó el Matador y ahora entra en lucha por el ingreso a Copas.