Escribe: Hugo Caporale

En este momento de apogeo futbolístico donde crece el sueño de jugar una copa internacional, siento la necesidad de hacer un stop y reflexionar sobre algunos puntos.

Todos los clubes necesitan invertir fuerte en divisiones inferiores. La lotería de traer jugadores a préstamo de otras instituciones y sacarles rédito es una moneda al aire. Tigre tiene gente que trabaja maravillosamente y hay que decirlo.

Fabio Radaelli coordina la captación de jugadores en el interior. Se encarga personalmente que cerca de 20 chicos del interior tengan una pensión cerca de Benavidez (muy bien atendidos y tratados). Pero desde lo económico y organizativo hay cosas que no cierran.

Cada división debe tener su técnico. En su momento Villamor trabajaba con varias, pero eso fue hace 40 años. Hoy 7ma y 9na tienen el mismo responsable. Y la cuarta que empezó con Alegre, quien por problemas personales debió desvincularse, no tiene un técnico inamovible. Pablo Nieva es el titular pero también ayudante en reserva. Por lo tanto, cuando chocan los partidos, otro técnico se encarga.

El tema económico no es menor, los chicos viajan en micro a Tucumán, Santiago y Mendoza. Realizar los pagos de técnicos, pensión y personal (el trabajo del encargado del predio es de una admiración total) es una aventura y requiere de esfuerzo y paciencia de ambas partes.

Pero el predio es lo más grave. Las obras que se realizan son magníficas, aunque es increíble que el club no tenga una confitería o parrilla para aquellos familiares y simpatizantes que se acercan a las 9 de la mañana y se van a las 4 de la tarde.

Con decisión política y conociendo el momento, TIGRE necesita un predio donde jueguen sus inferiores y esa decisión se viene postergando por años. Es imposible que juegue Reserva, 6 divisiones de Juveniles, 4 de infantiles y femenino en UNA SOLA CANCHA. Cualquier club del ascenso tiene 3 o 4.

Seria interesante que pudieran ver los predios que tienen Ituzaingó o Argentino de Merlo. Tenemos que invertir en inferiores porque promover y después vender a los productos de la cantera es la salvación de los clubes. Para no ser más extenso en otro posteo mencionaré el trabajo que realiza Carlos “Chino” Luna. Créanme que si como jugador dejó una imagen brillante, su trabajo como coordinador deportivo es muy superior. Un laburante y una persona imprescindible que levanta la figura del club.

Como dijo Nito San Andrés… vamos por más