Escribe: Hugo Caporale

Todo el mundo da por descontado que Magnin no seguirá en Tigre. Si algo frena, esa decisión es la ovación y el cariño que recibe cada vez que le toca participar.

“En Tigre experimenté cosas que no viví en mi vida. Madure como jugador y como persona. Es increíble la forma que me trata la gente y una pena no poder devolver con goles”.

La presencia del goleador del torneo hizo que uno de los jugadores mejores pagos del plantel ( si no el mejor)no sea tenido en cuenta.

“Es duro entrenar sabiendo de antemano que no vas a entrar. Vas perdiendo ritmo de competencia y cada partido es más difícil. En la primera mitad fui titular muchos partidos. Si no juego por algo será.”

“A mi edad es fundamental tener continuidad. Había planeado quedarme a vivir en Tigre. En ningún lado fui más feliz. Pero siento que me quedan años para demostrar adentro de la cancha.

No quiero cerrar las puertas de seguir, pero las cosas tienen que cambiar”.

De las conversaciones con Pablo nacen diálogos imperdibles. Su filosofía y su forma de ver la vida lo hacen diferente. Mucho más que un simple jugador de fútbol.

Espero que siga a su corazón y encuentre la plenitud de su felicidad.