Tigre goleó a Independiente Rivadavia por 4 a 1 con una actuación muy solida. David Romero en dos ocasiones, Ignacio Russo y el restante en contra, fueron los autores de los goles en una jornada inolvidable.

Tigre se debía una actuación así de visitante. Sabíamos que el equipo estaba en condiciones de mostrar otra cara jugando de visitante, pero había que demostrala; eso si, nadie era tan optimista como para pensar en lo que se vio hoy.

Dabove fue más audaz y tuvo su premio. Jugó con dos puntas y ambos fueron de lo mejor del equipo. En cierto que todos los indicadores del factor suerte nos favorecieron. Convertir rápido, el rival quedarse con un jugador menos antes del cuarto de hora y luego que su rival fallara un penal, blooper mediante y más tarde convertir el segundo.

En el complemento volvió a golpear rápidamente y luego aguantó, ante un rival que nunca se dio por vencido y logró convertir a Zenobio en otra de las figuras del partido. Si bien, La Lepra pudo descontar, el partido estaba sentenciado y el último gol fue a falta de un par de minutos del final.

Gran triunfo de un equipo en formación, pero como decía su entrenador, dejas muchas sensaciones positivas para lo que viene.